El final del siglo XX constituyó una época muy especial en la historia de la humanidad con la aparición del computador y todas las herramientas tecnológicas relacionadas. Sin embargo, estas competencias solo fueron accesibles a una generación determinada. Es decir, aquellos que estaban iniciando en las instituciones educativas, o por necesidad en sus labores, se vieron implicados en el uso de estas nuevas tecnologías (Paz Saavedra, 2017).1

En el caso de México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y del Consejo Nacional de Población (CONAPO), la población de 60 años y más, pasaría de 12.4 a 33 millones en los siguientes años.2 De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre la Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2018 (ENDUTIH), publicada por INEGI3, en los últimos cuatro años los usuarios de tecnologías han ido incrementando y los usuarios de 55 años y más no son la excepción.

El segmento de mayores de 50 años pertenece a los baby boomers, para quienes el uso de plataformas por internet, dispositivos digitales y comercio electrónico es significativamente menor en comparación con otros perfiles de edad. Esto debido a sus hábitos de consumo y menores habilidades digitales.4

Del otro lado de la moneda, la generación de los adolescentes y jóvenes de hoy tienen un contacto continuo y hasta permanente con la informática y las nuevas tecnologías en general. De ahí que posean conocimientos suficientes en este campo que puedan usar para sus actividades cotidianas.

La diferencia generacional existente en el campo del uso de las TIC’s revela un gran distanciamiento entre dichas generaciones. Es de suma importancia buscar estrategias que permitan alcanzar dos propósitos fundamentales: por un lado, la relación de los adultos de edad madura con los dispositivos digitales, y, por otro lado, el fortalecimiento de relaciones interpersonales entre seres de las dos generaciones.

Para lograr estos objetivos es fundamental lo siguiente:

  • Que se dé capacitación extraordinaria a aquellos docentes que den clases a adultos mayores y relacionadas a estos temas.
  • Diagnóstico de la problemática que se tenga en las escuelas donde se den clases a adultos mayores.
  • Compresión y buena comunicación de docente a alumno, y viceversa.
  • Crear una buena relación y comunicación entre ambas generaciones.

Por lo menos con el último punto, se puede llevar a cabo en hogares, con los jóvenes y adultos mayores que estén presentes. Pero la cuestión es qué tan abiertas están ambas partes de compartir sus conocimientos y de recibirlos. Ha sucedido que los adultos mayores, no están dispuestos adquirir nuevos conocimientos y se cierran a lo que ya saben, por ende, el joven pierde el animo de enseñar a los adultos mayores.

Si esta tendenica se llegara a romper, se podría llegar a una inclusión de aquellos adultos mayores para la generación digital. De igual forma, lograr un aprovechamiento de las competencias tecnológicas adquiridas en las actividades cotidianas y profesionales de los adultos mayores, y lo más fundamental, el mejoramiento de relaciones interpersonales entre jóvenes y adultos.

Referencias

1Paz Saavedra Luis Eduard. Alfabetización Digital en el adulto madura una estrategia para la inclusión social. Universidad Nacional de Colombia. Colombia. 2017

2Encuesta Intercensal 2015 y CONAPO. Proyecciones de la Población de México y de las Entidades Federativas, 2016-2050.

3Encuesta Nacional sobre la Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la información en los Hogares 2018 (ENDUTIH).

4Procuraduría Federal del Consumidor, 2019. Tecnologías de la información y comunicación. Que la edad no sea un obstáculo. Recuperado el 16 de Octubre de 2020, de Gobierno de la Republica Sitio web: https://www.gob.mx/profeco/documentos/tecnologias-de-la-informacion-y-comunicacion-que-la-edad-no-sea-un-obstaculo?state=published

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