Nery Francisco Reyes

Nery Francisco Reyes
Estudiante de Ingeniería Industrial de la UAM Azcapotzalco

Este es un breve resumen del libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, el cual se publicó en el año 1989 y a pesar del tiempo, sigue siendo uno de los libros más influyentes dentro del área de desarrollo personal. Nos explica el autor desde su perspectiva cuando miramos las cosas podemos caer en el victimismo y la autocompasión, o simplemente podemos responsabilizarnos de la situación. El autor nos explica que debemos ser responsables de nuestros actos y buscar un crecimiento tanto personal como profesional. Pero entonces como podemos buscar un crecimiento en nuestras vidas, la solución es cambiar nuestros hábitos.

Ilustración 1: Libro de los 7 hábitos de la gente altamente efectiva.

¿Cuáles son los 7 hábitos de la gente altamente efectiva?

Describiré los 7 hábitos a seguir, en base al libro de Stephen R., que seguro te ayudaran mejor para lograr tus metas.

1-. SER PROACTIVO

En este mundo hay dos tipos de personas:

  • Personas proactivas: aquellas que son capaces de dar respuesta a problemas o temas, incluso antes de que aparezcan. La mayoría de las veces tienen un plan a seguir, ellos construyen su propia suerte.

 Ejemplo: si desean trabajar en una prestigiosa empresa, y no son aceptados, buscaran los medios para poder trabajar en ese lugar, aunque requiera de prepararse mejor, estudiar otro idioma adicional o más experiencia laboral. Se dice que aquellos que son proactivos tienen un plan para llevar a cabo.

  • Personas reactivas: personas que adoptan posturas pasivas y esperan a que el mundo sea quien los guíe y/o dé la solución. Son personas que en vez de anticiparse, reaccionan ante la vida. Son aquellas personas que no tienen un plan a seguir.

Lo importante es buscar metas alcanzables, de lo contrario, nos anclamos en las preocupaciones que no tienen solución y no avanzamos. No necesitas ser bueno en todo, enfócate en lo que eres excelente, en tus habilidades.

2.- EMPIEZA CON UNA META EN LA MENTE.

Siempre vamos en busca de cumplir nuestros sueños. Sin embargo, si no tenemos una meta en mente hacemos las cosas por inercia y así no llegamos a ningún objetivo, por ello es importante hacernos las siguientes preguntas:

¿Qué es lo que quiero conseguir?

¿Qué pasos tengo que seguir para conseguirlo?

¿Cuál es mi horizonte de tiempo?

Al tener una meta o un objetivo caminaremos por la vida con un fin. De este modo nos aseguramos que los pasos que estamos dando nos acercan a la dirección que deseamos llegar.

Ejemplo: Estudiar una segunda carrera profesional.

¿Qué es lo que quiero conseguir?

Crecimiento profesional y mayores ingresos.

¿Qué pasos tengo que seguir para conseguirlo?

Estudiar en una universidad en línea, para poder trabajar durante el día y poder estudiar en las noches.

¿Cuál es mi horizonte de tiempo?

Tiempo estimado 5 años.

Este es un ejemplo simple, desarrolla y considera todas las variables en tu meta.

3.-  PRIORIZA: ESTABLEZCA QUE VA PRIMERO.

Una vez que tenemos una meta en mente es importante saber priorizar.

Para ello el autor nos propone dividir todas nuestras tareas en 4 bloques:

  • Actividades importantes urgentes: proyectos que rozan la fecha límite, crisis, actividades no planificadas. En definitiva, son acciones que debemos atender cuanto antes personalmente. Sin embargo, estas conducen al estrés y al agotamiento.
  • Actividades importantes y no urgentes: Son acciones importantes que a largo plazo nos acercan a nuestras metas. Son cosas que debemos hacer pero que si no están planificadas no las hacemos; de aquí la importancia de ponerles fecha.
Cuadro de texto: Ilustración 2: prioriza, que va primero.

Actividades no importantes y urgentes: interrupciones, emails. Estas actividades podemos delegarlas. Las personas que dedican gran parte de su tiempo a estas acciones se sienten fuera de control y además, sienten que sus relaciones se han convertido en algo superficial.

Ilustración 2: prioriza, qué va primero.
  • Actividades no importantes y no urgentes: emails irrelevantes, trivialidades, televisión, etc. Son acciones que debemos eliminar porque nos restan un tiempo valioso.

4.-  PIENSA EN GANAR-GANAR.

Cuando una persona se enfoca en siempre ganar y no tiene en cuenta a los demás, es habitual que al final el otro salga desfavorecido o que no se llegue a ningún acuerdo. Lo que provoca que nuestras relaciones no sean fructíferas y que nosotros mismos nos veamos afectados por ello. Busca un beneficio mutuo. 

5.- BUSCA ENTENDER Y DESPUÉS SER ENTENDIDO.

Este hábito está ligado al anterior. Si queremos tener relaciones en las que ambas partes ganen, primero tenemos que comprender qué es lo que la otra persona necesita y quiere. Debe existir una correcta comunicación entre ambas partes. No podemos ofrecer soluciones o proponer acciones si antes no hemos comprendido la profundidad de la situación.

Ilustración 3: beneficio en ambas partes.

6.- GENERA SINERGIAS.

Muchas veces nos encanta trabajar solos, o estar acostumbrados a realizar las cosas por nuestra cuenta para verificar que está bien echó el trabajo. Pero cuando tratamos bien a las personas y buscamos el ganar – ganar conseguimos que nuestra lista de contactos crezca. Con forme pase el tiempo tendremos a nuestro alcance un listado personas dispuestas apoyarnos en situaciones necesarias. Nunca sabes cuando vas a necesitar algo, tal vez vas abrir un negocio y una persona de tu lista de contactos tiene varios negocios, y te puede apoyar.

Estas sinergias nos permiten, como grupo, encontrar nuevas alternativas y abrirnos a posibilidades.

7.- AFILE LA SIERRA.

Si los leñadores pasaran todo el tiempo talando árboles sin afilar su sierra, llegarían a un instante en donde la sierra no sería capaz de derribar un solo árbol por más esfuerzo que le pongan. Lo mismo pasa cuando no tomas una pausa para cuidar de ti. Ya que, cualquier avance de efectividad no servirá de nada porque te agotarás y no serás capaz de mantener ningún buen hábito que has desarrollado.

El autor recomienda enforcarnos en estas 4 áreas importantes de nuestra vida:

  • Salud física: Para mantener un buen estado de salud necesitas hacer ejercicio (desarrolla una rutina), comer saludable y evitar el estrés (aunque suele ser difícil, podemos moderarlo).
  • Salud espiritual: Esta salud también es parte de una efectividad duradera. Puedes nutrirlo con meditación, oraciones, leyendo libros de valores, etcétera.
  • Salud mental: Debes evitar pasar tanto tiempo en la televisión y en tu celular y en cambio agarrar un libro, planear cosas o jugar ejercicios que mantengan tu mente activa.
  • Salud emocional y social: Cuantas veces no hemos escuchado: yo soy así y él que me quiera va a estar conmigo. Debes de cuidar como te relacionas con las otras personas. Para hacerlo busca entenderlos y crear relaciones positivas con ellos. Tal vez salir a comer o disfrutar algún deporte juntos.

Cuidar nuestra salud debe ser una prioridad a lo largo de nuestra vida.

Ilustración 4: cambiar nuestros hábitos

Sí cambias tus hábitos y realizas lo que te menciona el libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” de Stephen Covey, puedes mejorar tu vida personal y laboral. Empieza a introducir estos nuevos hábitos en tu día a día. Recuerda que el tiempo es un recurso muy valioso. A corto plazo no serán visibles los resultados, pero a largo plazo los cambios son claros y satisfactorios.

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