La obesidad y el sobrepeso se han reconocido como un gran reto dentro de la salud publica en México y en el mundo. Esto se debe al crecimiento acelerado de casos, así como los efectos negativos en la salud de la población que las padecen1.

Según la revista médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)2, México es uno de los países con mayor índice de sobrepeso y obesidad. En México la obesidad y el sobrepeso se encuentran en todos los estratos sociales, estos son el resultado de diversos factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. No respeta sexo y mucho menos edad.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) determina la existencia de una relación estrecha entre el consumo en exceso de azúcares, grasas saturadas, grasas trans, sal y calorías, con enfermedades crónico-degenerativas, en particular con diabetes tipo II, hipertensión, insuficiencia renal, y una de sus principales condiciones detonantes: la obesidad3.

Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mencionan que la obesidad y el sobrepeso, así como las enfermedades relacionadas a estas, se pueden explicar en parte por la occidentalización de la dieta, que se caracteriza por: 1) La disponibilidad de los alimentos procesados a bajo costo, con un alto índice de grasa, azúcar y sal. 2) Aumento en el consumo de comida rápida debido a la falta de tiempo para la preparación de alimentos. 3) La falta de actividad física y con ello un bajo gasto calórico. 4) La exagerada exposición a la publicidad sobre alimentos industrializados4.

Si tomamos en cuenta esto, los niños se encuentran en una situación más vulnerable, pues existen dos factores muy importantes (pero no los únicos) dentro de la dinámica diaria de los infantes en nuestros días. Por un lado, la mercadotecnia visual en los distintos medios de comunicación y, por otro lado, en conjunto con el confinamiento desde hace más de 6 meses, el bajo gasto calórico, es decir, la falta de actividad física. El tipo de vivienda, la inseguridad, y los nuevos hábitos adquiridos con los dispositivos móviles, hacen de la movilidad física una actividad casi nula y, por consecuente, un acúmulo de calorías que se traduce en la ganancia de peso.

Los datos más actuales en cuanto a sobrepeso y obesidad infantil en México son: en niñas menores de 5 años, del 5,8%, y en niños, del 6,5%; en niñas en edad escolar, del 32,8%, y en niños en edad escolar del 33,7%; en adolescentes mujeres, del 39,2%, y en adolescentes hombres, del 33,5% 5.

La alimentación es un proceso complejo donde se conjuntan mecanismos ambientales, fisiológicos y socioculturales; entre estos últimos destaca la publicidad, la cual tiene un papel sobresaliente.

El papel del marketing

La Estrategia Global sobre Régimen Alimentario,reconoce como uno de los factores en los hábitos alimenticios de la población infantil a la publicidad de alimentos y bebidas a la que están expuestos. Desde 2007, la sociedad civil ha demandado al gobierno mexicano prohibir toda publicidad de alimentos procesados y bebidas azucaradas a la que se encuentran expuestos los niños y niñas.

Por su parte, la organización El Poder del Consumidor, enuncia que algunas investigaciones en Estados Unidos han identificado que el uso de un personaje popular entre los niños en el empaque de un alimento incide en la elección del producto. Pues, se les pidió a niños de 4 a 6 años que probaran y evaluaran el sabor de dos botanas con empaques diferentes, pero de igual contenido; una con un personaje en la envoltura y la otra sin el personaje. El resultado fue que los niños prefirieron el sabor de las botanas con el personaje6.

La mercadotecnia que se dirige a niños y adolescentes incluye diferentes estrategias dentro de la industria de alimentos y bebidas, como las siguientes6:

-El uso de celebridades en el etiquetado y envasado.

-Patrocinios y actividades filantrópicas para espacios infantiles.

-Publicidad insertada en programas de televisión, películas, videos y videojuegos.

-Publicidad en Internet.

-Regalos y juguetes.

-Uso de personajes.

-Publicidad dirigida a la adolescencia.

-Publicidad dirigida a los padres.

Aunado a ello, las grandes ventajas fiscales que gozan las empresas productoras contribuyen al éxito del mercado de los alimentos ultraprocesados, así como las compras gubernamentales de productos industrializados para los programas de asistencia alimentaria, desgastando y eliminando casi por completo la agricultura campesina7.

NOM-051: El nuevo etiquetado

En julio de 2019 se presentó en la Cámara de Diputados la iniciativa para modificar la Ley General de Salud en materia de etiquetado, ésta fue aprobada en octubre del mismo año, posteriormente por el Senado de la República, y publicada en el Diario Oficial de la Federación en noviembre. En marzo de 2020 la Norma Federal Mexicana se reestructuro y con ello se dio paso al nuevo etiquetado (NOM-051).

Esta transmutación estableció que el etiquetado en México tiene que ser un etiquetado frontal de advertencia que informe de forma verídica, clara, rápida y simple sobre el contenido de los nutrimentos críticos y demás ingredientes que determine la autoridad sanitaria8. El nuevo etiquetado consta de cinco sellos: exceso de calorías, sodio, grasas trans, azúcares y grasas saturadas.

El número de sellos dependerá de la cantidad de nutrimientos en exceso que tenga el producto por cada 100 g o 100 ml. Además, de dos leyendas precautorias, la primera para productos que contengan edulcorantes y la segunda para aquellos con cafeína, para evitar que niñas y niños los consuman.

Aunado a esto, los productos que cuenten con sellos no podrán ser avalados por ninguna asociación médica, asimismo, se establece que los productos que contengan uno o más sellos y/o leyendas precautorias no podrán contener ninguna estrategia publicitaria (personajes, dibujos animados, etc.)8.

Estas son solo algunas de todas las reformas a la NOM-051 que se publicaron en el Diario Oficial de la Nación el 8 de noviembre de 2019.

La nueva regulación enfrenta una oposición feroz por parte de las Compañías Transnacionales de Alimentos y Bebidas (CTAB), que incluyen Nestlé, Kellogg´s, Grupo Bimbo, Coca-Cola y PepsiCo a través de sus asociaciones comerciales, la National Association of Manufacturers, la American Bakers Associations, la Confederación de Cámaras Industriales de México y el Consejo Mexicano de la Industria de Bienes y Servicios (ConMéxico)6.

Ante estos obstáculos, México deberá asegurar que todas sus políticas públicas de salud estén fuera de algún conflicto de intereses y no permitir que organizaciones incidan dentro de las decisiones sobre políticas en materia de salud pública.

El nuevo etiquetado representa un enorme avance en materia de salud, la protección del derecho a la salud, la alimentación y la información de los mexicanos, pero la lucha aquí no termina. En la segunda parte abordaré algunos aspectos del nuevo etiquetado que quedan al descubierto y otros que no son tan visibles; así como otros tantos que en mi opinión deben ser tomados en cuenta para poder mejorar la salud de las familias mexicanas, como lo es la actividad física y el impacto que ésta tiene dentro de la dinámica infantil.

En México se han establecido políticas y programas gubernamentales enfocados a la reducción del sobrepeso y la obesidad en niños. Estas políticas tendrán éxito si se toma en cuenta las distintas realidades del país de forma local, y de la generación de un cambio de patrones en la alimentación y actividad física de todos los mexicanos.

Ir a la parte 2

Referencias

1Peña CMP. El impacto de la obesidad infantil en el presupuesto público. México: CIECAS. Instituto Politécnico Nacional; 2012.

2IMSS (2014) Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social. Vol. 52. Disponible en: http://revistamedica.imss.gob.mx/sites/default/files/pdf_interactivo/rm2014-suplemento1-flippingbook.pdf

3 Organización Panamericana de la Salud (OPS) Chile (2018). Disponible en: https://www.paho.org/chi/index.php?option=com_content&view=article&id=697:la-ops-establece-criterios-para-definir-los-niveles-excesivos-de-azucar-sal-y-grasas-en-alimentos-y-bebidas-procesados&Itemid=1005

4Rivera, Dommarco JA, Hernández, Ávila M, Aguilar Salinas CA, Vadillo Ortega F, Murayama Rendón C. 2012. Obesidad en México. Recomendaciones para una política de Estado. México: Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial, Instituto de Salud Pública, Universidad Autónoma de México (UNAM). Disponible en: https://anmm.org.mx/publicaciones/Obesidad/obesidad.pdf

5Shamah-Levy T, Cuevas-Nasu L, Gaona-Pineda EB, Gómez-Acosta LM, Morales-Ruán MC, Hernández-Ávila M, et al. Sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes en México, actualización de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016. Rev. Sal Pub Mex 2018. Disponible: https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=80340

6 Marisa Macari J, Berumen A. (2018). Publicidad dirigida a   niños: Una infancia enganchada a la obesidad Agosto, Elaboración de documento:.2018 Disponible en: https://elpoderdelconsumidor.org/wp-content/uploads/2018/08/d-publicidad-dirigida-a-ninios-una-infancia-enganchada-a-la-obesidad-b.pdf

7https://www.jornada.com.mx/2020/02/15/delcampo/delcampo149.pdf

8Diario Oficial de la Federación. DECRETO por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Salud, en materia de sobrepeso, obesidad y de etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas. Disponible en: https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5578283&fecha=08/11/2019

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *